La casa se levanta sobre el antiguo corral de mi familia. A principios del siglo XX mis bisabuelos se instalan en el  barrio de La Loma, recién creado para acoger a las familias afectadas por el terremoto que en 1884 castigó los pueblos del Valle de Lecrín.  El terremoto causó 102 muertos y destruyó 362 edificios sólo en Albuñuelas.

El corral se encontraba, entonces, a las afueras del barrio y  la casa familiar estaba a unos 100 metros. Allí criaban y ordeñaban vacas.

Años después mis abuelos se quedaron una parte del corral. Aprovecharon los dos niveles que tenía, en la parte superior habilitaron una entrada independiente y guardaban el grano y la paja, mientras que en la parte inferior,  tenían gallinas, conejos y cerdos.

En 2003 estaba en ruinas y decidimos reformar integralmente el lugar para hacer en él nuestra casa de verano. Mantuvimos la estructura de las casas de la zona, planta baja abierta y habitaciones en las plantas superiores.  Respetamos también las dos entradas que existían. Desde entonces para nuestros hijos el pueblo se ha convertido en su lugar preferido para pasar las vacaciones.